Una Décima De Segundo. Un Dueto Improvisado Cazado Al Vuelo


Portada del maxi-single Una Décima De Segundo

Portada maxi-single Una Décima De Segundo

Corría el año 1984 y Nacha Pop estaba grabando el segundo disco (cuarto de su carrera) para el sello independiente DRO. Al grupo madrileño le había pasado lo que a otros  en esos primeros años 80. Las multinacionales al ver esas primeras formaciones que despuntaban entre los jóvenes se apresuraron a contratarles para ganarse un tanto sin apostar demasiado en apoyo real ni en medios. La clásica y conocida directriz de invertir poco y sacar la máxima tajada. Al comprobar después que esas expectativas no se traducían en un volúmen de ventas que mereciera la pena, la falta de comprensión de las discográficas hacia esas bandas hizo que muchas de ellas buscaran refugio en las independientes que comenzaban a abrirse camino entonces. Los Antonio Vega, Nacho García Vega, Carlos Brooking y Ñete la incomprensión la tuvieron con Hispavox, con la que rescindieron el contrato de la única manera legal que podían: se conchabaron con DRO para presentar una oferta (ficticia)  imposible de igualar.  Así se gestó su paso a la discográfica creada por Servando Carballar, miembro de Aviadro Dro, y en 1983 grabaron el magnífico LP Más Números, Otras Letras. Un año más tarde como decíamos, estaban preparando el maxi-single que llevaría el mismo título que una de sus canciones más admiradas, Una Décima De Segundo.

Teo Cardalda
Teo Cardalda

Para este maxi no se escatimó en gastos. Tenían el mismo presupuesto que todo el disco anterior.  La grabación la estaban haciendo en los estudios Kirios y el productor era el inglés Peter MacNamee. Un día se pasó por allí Teo Cardalda de Golpes Bajos. Con el músico gallego tenían relación desde 1981 cuando él les prestó 2 guitarras para uno de sus conciertos en Vigo, porque los Nacha se las habían dejado olvidadas en Madrid. Más tarde coincidirían ambos grupos en muchas actuaciones conjuntas y a la buena relación que les unía habría que añadir que compartían además oficina de management.

Por esa buena relación que tenían, Teo Cardalda estaba al tanto de lo que se cocía en aquel estudio madrileño. Había preparado en casa una versión al piano de Una Décima De Segundo, una canción compuesta por Antonio y que reflejaba su gusto sobre la física. Así que cuando llegó allí le dijo a Antonio Vega que la escuchase. Los dos se metieron en la cabina de grabación y cuando Teo comenzó con las primeras notas, Antonio empezó a cantarla. En un gesto de complicidad, el gallego le indicó que siguiera cantando y así fue, con tan buen resultado que los dos fueron donde el productor a decirle que les grabase una toma. Peter McNamee les contestó que no hacía falta, que ya la había grabado sin que ellos lo supiesen. Esa fue la única vez (y la última) que la interpretaron en un estudio (en directo la hicieron alguna vez más). Y así salió publicada junto a la otra versión (podéis ver aquí el video) en el maxi de 1984, convirtiéndose desde entonces en una de las canciones más emblemáticas de la carrera de Nacha Pop y de su autor, el gran Antonio Vega desaparecido recientemente. Aquí os dejamos con esta versión que él mismo interpreta en el programa La Bola De Cristal.

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Enganchado A Una Señal De Bus. Nacha Pop VS Los Secretos


En nuestra sección Qué canción es mejor traemos hoy una de Nacha Pop firmada por el recientemente desaparecido y a la vez añorado Antonio Vega . Después de sacar dos discos con la multinacional Hispavox,  Nacha Pop fichó por la independiente DRO. Cansados de ser ninguneados, hicieron el recorrido a la inversa de lo que suelen hacer los grupos y se fueron a una discográfica que empezaba a dar sus primeros pasos y que más tarde publicaría algunos de los discos más emblemáticos de la movida madrileña. Con DRO hicieron un LP Más Números, Otras Letras en 1983 y un año más tarde el Maxi-single Una Décima De Segundo. Enganchado A Una Señal De Bus se incluyó en el primero. Una canción rápida y acelerada cuya letra reflejaba cómo veía Antonio Vega la vida en su ciudad, Madrid. El montaje de video es de nuestra cosecha.

10 años más tarde de su publicación, en 1993 con motivo del polémico disco homenaje Ese Chico Triste y Solitario a Antonio Vega, los también madrileños y compañeros de generación Los Secretos hicieron una espléndida versión de este tema. Con un tono más pausado, los hermanos Urquijo, Enrique y Alvaro, combinando sus voces en el estribillo, remataron una versión que tiene el «toque secretista». Cuál es vuestra preferida? 

Antonio Vega: Muere Un Gran Músico, Nace Un Mito


Es complicado escribir cuando desaparece alguien tan especial como Antonio Vega que ha ocupado nuestras vidas tanto tiempo con sus canciones. Hace apenas un mes le veía en directo en el Kafe Antzokia de Bilbao cuando no sabía que ese iba a ser su último concierto. Después de haber ido a muchas actuaciones suyas, en esta le vi mejor que nunca. Un repertorio renovado, buenas versiones de sus temas clásicos, canciones rescatadas del olvido, y lo que es más importante: mayor vitalidad, mejor voz, buena actitud y mejor ejecución en escena. Eran signos que me hacían ser optimista para la nueva etapa en la carrera del músico madrileño. Incluso estrenó una nueva canción titulada «Antes de haber nacido». Preparaba su siguiente disco con material nuevo aunque antes iba a grabar uno en directo después de esta gira de teatros, pero tristemente ya no pudo ser. Se apagó su frágil cuerpo. Ese mismo cuerpo que escondía paradójicamente una fortaleza interior que nos hizo pensar tantas veces que no había nada que pudiera con él. En este último obstáculo que le había puesto la vida, ya pensaba en retocar las canciones que estaba preparando cuando acabara su primer ciclo de quimioterapia. Desgraciadamente no pudo más y un cáncer de pulmón acabó con él.

Antonio Vega poseía un don para traspasar la sensibilidad de la gente con su canciones.  La manera de plasmar en ellas  su biografía así como su peculiar mundo interior ha sido personal e intransferible, sin ningún parecido con otros músicos.  Era único y especial.  En un país donde la mayoría de artistas cantan más mal que bien, él además cantaba mejor que nadie uniéndolo a una voz exquisita y diferente. Sin olvidar su gran pasión, la guitarra. Tenía un estilo propio tocando el instrumento como así lo atestiguaban compañeros de profesión como Fito Cabrales en su biografía recientemente publicada «Soy todo lo que me pasa»:

«Con Antonio Vega siempre me ha ocurrido algo curioso, y es que me gusta más en solitario que con Nacha Pop. Los discos de Antonio Vega me ponen muchísimo. Tiene una facilidad bestial para componer y además la gente no aprecia apenas lo bien que toca la guitarra. Yo soy la imitación de mucha gente, la mezcla de muchas cosas, pero Antonio Vega es sólo él. Se ha inventado a sí mismo, nadie es como él, y no se sabe de dónde ha mamado, es único y no ha habido nada ni nadie igual a él anteriormente. Sus canciones son muy buenas, puedo decir que todas.»

Cuando presencié hace año y medio el final de la gira de regreso de Nacha Pop en Madrid, me di cuenta de lo que significaba el grupo verdaderamente para la gente. Para los que por razones de edad no tuvimos la ocasión de verles en su época, cuando Antonio era mucho Antonio, comprendimos la relación especial que existió entonces entre la banda y sus seguidores. Una relación provocada por unas canciones enormes y singulares, y por las antagónicas pero complementarias personalidades de los primos Vega.  Esa singularidad estuvo desde el principio con él, porque componer la primera canción de tu vida y que sea Chica de Ayer lo dice todo. Fue un músico vocacional, devocional y emocional (valga la repetitiva terminación). Decía hace poco en una entrevista:

«Se ha infravalorado muchas veces el trabajo del compositor y se ha dejado un poco de lado el hecho de ser artesano de una historia. Y eso a base de una cultura musical deficiente, descuidada, y que no exige a la gente poner atención. Está muy bajo el nivel de exigencia por parte del público a la hora de pedir cosas con calidad.»

Justo lo contrario que sus seguidores y sus compañeros de profesión hacia él. Se le valoraba como letrista y compositor, el artesano que nunca dejó de ser. Sus constantes conciertos año tras año por toda la geografía contaban con la presencia y el cariño de su público. Las colaboraciones con diferentes músicos se han repetido a lo largo de todo este tiempo, y el respeto que se le profesaba en vida ahora permanece aún más si cabe tras su muerte.

Antonio se ha ido pero nos ha dejado su obra. Desde aquí le deseo que en el sitio en el que se encuentre pueda recrearse con las emociones que siguen desatando aquí en la tierra sus canciones. Como ésta,  que escuchándola ahora humedece todavía más nuestros ojos y entrecorta nuestra voz.

Descanse en paz Antonio Vega

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