Uno de los discos más oscuros y lúgubres de Bruce Springsteen es Nebraska (1982). Dicen que la versión acústica que finalmente se publicó ganó a la parte eléctrica grabada con la E Street Band porque reflejaba mejor la crudeza de las canciones. Y lo cierto es que esa desnudez descarnada también provocó que fuera un trabajo poco accesible para su escucha convirtiéndose en uno de los menos valorados en la carrera del Boss. Sin embargo, Nebraska contiene gemas como Atlantic City o Johnny 99 que trasladadas al directo han demostrado que era un album importante y no tan secundario.
Otra de ellas es la que daba el título al disco. Quizá Nebraska sea uno de los temas más tenebrosos y truculentos grabado por Springsteen en toda su trayectoria. Y es que la historia abordada tiene la suficiente carga trágica y emocional para conmover a cualquier oyente. Bruce narra la espeluznante historia de un asesino en serie en primera persona como si fuera el mismo asesino quien la contase.
Un tipo de Lincoln (Nebraska) llamado Charles Starkweather mató en pocos meses a 12 personas y acabó ejecutado en la silla eléctrica a sus 20 años. Sucedió a finales de 1957 y principios del 58, el tal Charles, un chaval lleno de rencor por sufrir el maltrato de sus compañeros de colegio, se convirtió en un maltratador en su adolescencia. Los crímenes los cometió con 19 años en compañía de su novia, Caril Ann Fugate. Ambos dejaron en el camino a 12 inocentes, entre ellos a la madre de ella. Todos los detalles de este sangriento episodio los recoge además de la wikipedia, este completo artículo.
A continuación podéis ver un video de la canción en directo.
¿Qué tienen que ver Steven Van Zandt y Nelson Mandela? ¿Hay algún punto en común entre el miembro de la E Street Band y el líder pacifista? Estrenamos una nueva sección en la que conectaremos dos nombres que aparentemente no tienen relación entre sí y os contaremos por qué. Queda inaugurada Auricular Connection.
El nombre bajo el que publicaron el álbum en diciembre de 1985 fue el de Artist United Against Apartheid, bajo la producción del mismo Little Steven y Arthur Baker. Por tanto, hace ya 25 años de este Sun City cuyo video podéis ver a continuación:
Una de las canciones a destacar de ese disco fue la que escribió Bono. Después de escuchar en una habitación de hotel de New York los viejos discos de blues que le pinchaba un DJ de lujo como Keith Richards, Bono escribió Silver and Gold. En la película del Rattle & Hum de 1989 podéis escuchar cómo Bono, antes del solo de The Edge, explica la historia de esta enérgica canción que los irlandeses incomprensiblemente sólo la han interpretado durante aquella gira.
El compromiso de Van Zandt por esta causa quedó también demostrado con su participación en los conciertos a favor de la liberación del mayor símbolo de la lucha contra la segregación racial en África: Nelson Mandela. En 1988 salió al escenario de un Wembley abarrotado junto a Simple Minds para cantar la canción que compuso 3 años antes: Sun City.
En 1990 los mismos protagonistas, el mismo lugar y la misma canción para celebrar la liberación de Mandela:
Un apunte final por si alguno de vosotros le sonaba la cara de Little Steven de verla por televisión y no sabía por qué, aquí tenéis la respuesta, es Silvio Dante en la famosa serie de mafiosos Los Soprano. Curiosamente su mujer en la vida real también lo es en la serie, Maureen Van Zandt es Gabriella Dante.
La canción de hoy la descubrí hace unas semanas de forma casual y justo desde ese momento pasó a formar parte de mi lista de imprescindibles. Me ocurrió escuchando aleatoriamente la música que tengo almacenada en ese aparato moderno del siglo XXI llamado Ipod. De repente sonó una grabación en directo de Bruce Springsteen que no recordaba haber oído antes. Reunía ingredientes habituales en la cocina preparada por el Boss: introducción pausada, casi susurrada, subidas y bajadas de ritmo, intensidad, fuerza, potencia…Hurgo dentro de mi biblioteca y me encuentro con 3 directos diferentes que la incluyen: Oakland 1999, New York 2000 y San Jose 2008. Averiguo por internet que la toca desde la época de The River. La podéis encontrar en el disco benéfico Usa for Africa: We are the world y en el disco extra del recopilatorio The Essential Bruce Springsteen. En ambos se trata de la misma versión en directo del 6 de agosto de 1984 en el Meadowlands Arena, East Rutherford (New Jersey) aunque en el essential se mencione erróneamente que es de la gira de The River. A ver si nos pueden dar más datos los expertos springsteenianos África e Iñigo sobre esta canción. Espléndida versión, como veremos más adelante, de uno los grandes nombres del reggae jamaicano.
Primero un video de la gira Born In The Usa en Paris (29 de junio de 1985).
Otro más reciente en Vancouver, Canadá (31 de marzo de 2008).
Después de escuchar Trapped realmente consigue hacerlo, te atrapa totalmente. La culpa la tiene Bruce pero también el autor original, Jimmy Cliff. El jamaicano, que sigue hoy en activo a sus 62 años, está detrás de grandes éxitos que todos conocemos, desde el You can get if you really want, Many rivers to cross, Sittin’ in limbo o Hakuna matata. Trapped la grabó en 1972 y suena así de bien:
No hay apenas versiones de esta canción además de la del Jefe, pero buscando y rebuscando en youtube me encontré con un grupo de niños que respondía al nombre de Kids incorporated, formado como consecuencia de un programa de televisión estadounidense del mismo nombre que se emitió entre 1984 y 1993. En este grupo pasaron muchos niños y entre ellos nombres que luego pasado a ser famosos tanto en el cine como en la música como Martika, Mario Lopez, Fergie (de Black Eyed Peas), Jennifer Love Hewitt, Eric Balfour o Ryan Lambert. Aquí tenéis la versión que hacen de la de Bruce, no de la original, incluso le imitan con sus gestos.
Por último, os dejo la letra de la canción.
Well it seems like I’m caught up in your trap again
And it seems like I’ll be wearin’ the same ol’ chains
Good will conquer evil and the truth will set you free
And I know someday I’ll find the key
Then I know somewhere I will find the key
Well it seems like I’ve been playin’ the game way too long
And it seems the game I played has made you strong
Well when the game is over, I won’t walk out the loser
And I know that I’ll walk out of here again
And I know someday I’ll walk out of here again
But now I’m trapped! Ooh yeah!
Trapped! Ooh yeah yeah!
Trapped! Ooh yeah!
Trapped! Ooh yeahhh!
Now it seems like I’ve been sleepin’ in your bed too long
And it seems like you’ve been meanin’ to do me harm
But I’ll teach my eyes to see beyond these walls in front of me
And someday I’ll walk out of here again
Yeah I know someday I’ll walk out of here again
But now I’m trapped! Ooh yeah!
Trapped! Ooh yeah yeah!
Trapped! Ooh yeah!
Trapped! Ooh yeahhh!
Now it seems like I’ve been playin’ your game way too long
And it seems the game I played has made you strong
El primer número 1 del canadiense Neil Young fue Heart Of Gold en 1972. El éxito de su álbum Harvest, uno de los más alabados de toda su discografía, le pilló desprevenido. El estrellato a veces no es el mejor lugar en el que residir. Las circunstancias que le rodearon desde ese momento no fueron precisamente las mejores. Danny Whitten, el guitarrista de su banda de acompañamiento, Crazy Horse, estaba muy enganchado a la heroína y tuvo que dejar los ensayos de la gira. La misma noche en la que Young le despedía, moría en Los Angeles por sobredosis. Su muerte le produjo un gran shock. No sería el único. Más tarde, Bruce Berry, un roadie habitual de su grupo Crosby, Still, Nash & Young, también fallecía por la misma causa. La preparación de su sexto disco, Tonight’s the night, no podría tener peores sensaciones.
Por todos estos antecedentes no produce extrañeza que la grabación buscara la inmediatez dejando los artificios al margen. Uno de los músicos reclutados para la ocasión sería Nils Lofgren, reputado guitarrista que colaboró con los Crazy Horse y famoso por pertenecer a la E Street Band del Boss Bruce Springsteen. Contaría más tarde Young que bebían tequila y fumaban marihuana en el estudio y después se ponían a improvisar durante largas sesiones. El resultado final reflejó esa atmósfera depresiva y dolorosa provocada por la despedida de dos amigos pero también significaba el fin de un ciclo como apuntaría la revista Rolling Stone diez años después:
«El álbum recoge la crónica de la desaparición del idealismo de la contracultura y la caída de una generación a través de las drogas, la violencia y la retorcida sexualidad. Es el único álbum conceptualmente cohesivo de Young, y es uno de los mejores».
Su discográfica Reprise Records lo recibió con espanto tras las fabulosas ventas del anterior. Querían algo más accesible y no un documento cruel y desgarrador. Así que decidieron retenerlo esperando a que diera un giro más comercial. Su paralización duró dos años. Entre medias le dio tiempo a editar otros tantos, Time Fades Away y On the Beach. Cuando salió a la venta alcanzó el número 25 en las listas, llevando la contraria a los que lo habían tachado como indigno sucesor del Harvest.
Portada de Tonight's The Night
Era inevitable que el autor de Rockin’ in the free world hiciera un homenaje a sus colegas. La canción que da título al álbum hace referencia a Berry, y Tired Eyes a Whitten, del que rescata una actuación en directo de 1970 en Come on Baby Let’s Go Downtown. Abajo los videos con cada una de ellas.
Explicar con palabras lo que vi ayer por la noche en San Mamés es imposible. Para los que no estuvieron viendo a Bruce Springsteen y su E Street Band ayer en Bilbao, lo que cuente a continuación puede aproximarse a lo que pasó pero siempre se quedará corto, muy corto con lo que dieron de sí 3 horas intensísimas de espectáculo. Como aperitivo y resumen, pego lo que dice una de las webs de referencia de Bruce en castellano, Point Blank:
«Bruce Springsteen ha dado esta noche en Bilbao un concierto memorable, de los que se recordarán en años. Por repertorio, por canciones, por una banda que ha tocado como nunca y, sobretodo, por un nivel de entrega, energía y savoir faire como sólo se ve en noches muy especiales. Con el recuerdo aún en la memoria del explosivo concierto en el BEC en 2007, hoy Springsteen ha dejado su huella en Bilbao de nuevo, de forma permamente. Pocas, muy pocas veces se ha visto un concierto con esta intensidad en España.»
Dicho esto poco se puede añadir pero para no dejaros con las ganas ahí van unos detalles. El comienzo del show ya anticipó lo que nos esperaba, una fiesta de rock por todo lo alto. Antes de subir la banda sobre el escenario, Nils Logfren empezó a tocar con el acordeón la popular «Desde a Santurce a Bilbao». Vaya puntazo.
Cuando terminó esta sorprendente introducción, pudimos comprobar que la canción de apertura no fue Badlands (casi habitual en esta gira), sino The Ties That Bind. Daba lo mismo, desde el minuto uno ya tocaban con una energía para machacar a la audiencia. Sin descanso, con Bruce cambiando de guitarra cada 2 por 3 como si nada, fueron cayendo una trás otra hasta 29 canciones. Personalmente agradecí la inclusión de Murder Incorporated en el repertorio. Un setlist que varió como suele ser habitual en él y que contó con rarezas que hace tiempo que no sonaban como Factory o Does This Bus Stop at 82nd Street? o ya en los bises Rosalita (Come Out Tonight) yla versión de Chuck Berry You never can tell.
Max Weinberg
El momento bonito y entrañable se dio cuando dejó el micrófono a un niño de no más de 10 años para que cantara el estribillo de Waitin’ on a sunny day y después auparlo junto a él. Este y otros gestos de complicidad con los fans de las primeras filas, así como sus palabras en castellano para decir que ellos ponían la música y nosotros el ruido, o su Kaixo Bilbao! añadían más calor a la noche. Pero todo esto sonaría a hueco sino fuera acompañado por toda la intensidad, energía y rock, mucho rock, que proyecta el Boss y su grupo desde que pisan el escenario. Un Springsteen de casi 60 años que tiene un aguante y una fuerza que seguramente se alimenta de cada grito y cada aplauso de los presentes en sus conciertos. Con esa devoción es muy difícil retirarse. El a cambio nos lo hace pasar bien pero Springsteen también transmite que se lo pasa fenomenal tocando y hace de cada show una fiesta. Después de casi 40 años de carrera parece que no está mal seguir teniendo ese espíritu. La tralla final terminó con 6 canciones en los bises. A las dos mencionadas anteriormente, hay que añadir una recuperada Jungleland, la festiva American Land, Dancing in the dark con una chica bailando con el Boss y por último el Twist & Shout con La Bamba intercalada daban por concluído un concierto de 3 horas que se me pasó rápidamente. Si el año pasado en Donosti dejó el listón muy alto, ayer lo superó con creces. El mejor dinero gastado. No os lo perdáis.