Las anécdotas hispanas de Joe Strummer (X)


Seguimos con esta sección que se ha convertido ya en asidua en el blog y que de la mano de Jesús Arias, el amigo de Joe Strummer, os traemos aquí como cada semana. Esta vez nos cuenta una noche entre amigos, con alcohol y música, en la que desbarran tocando una canción en su casa. De paso, Arias toca el problema tan grave que supuso la heroína para tantos jóvenes en aquellos años 80.

«Revolviendo entre mis cosas, me acabo de encontrar una cinta que estuvo perdida durante años. Es una cinta de grabadora pequeña. En una cara habían un mitin de Aznar en Granada, en 1996, y en la otra cara…

Joe Strummer en mi casa, afinando mi guitarra con unos invitados borrachos, tocando luego la canción «Junco Partner» (él y mi guitarra desafinada, con alguien borracho haciéndole coros). Luego una entrevista que TUVIMOS que hacer a nuestro pesar en un restaurante de Granada, porque Strummer y yo lo que queríamos era seguir nuestra fiesta y reírnos mucho.

A la hora del café, ya nos pusimos serios los dos y le hice la entrevista, inicialmente, para El País. Al día siguiente, Joe y yo volvimos a quedar y me dijo: «Hey, don’t send them the interview we had yesterday. Let’s forget about it».

En la entrevista, tanto a él como a mí se nos nota muy desganados. Yo con preguntas normales, él con respuesta normales. Los dos, muy clásicos.

Pero encontrar esa cinta, que es del 21 de agosto de 1992, ha sido un shock para mí. Recuerdo aquel día, la noche anterior, con Joe en casa cantando «Junco Partner» en mi grabadora, afinando la guitarra, discutiendo sobre guitarras.

Anoche, escuchando la cinta, se me vino aquella velada toda de golpe a la cabeza. Joe había venido con su mujer, Gaby, las niñas y unos amigos a celebrar su 40 cumpleaños en Granada (la famosa anécdota de Fabrizzi) y la noche antes estuvimos de juerga por los bares con unos amigos. Al final terminamos Pitu, ex cantante de Conservantes Adulterados, de Jaén, y esporádico cantante de TNT, yonqui y bandido (murió hace un par de años de Sida y en la más absoluta indigencia), Strummer y yo en mi casa.

Habíamos estado hablando de una canción que Joe quería hacer sobre el sitio en el que habían fusilado a García Lorca y que iba a llamarse así, «Lorca». Él me había encargado años atrás que yo escribiera la música mientras que él escribiría la letra. Eso había sido en 1985. Aquella noche de 1992 hacía tiempo que yo ya tenía escrita la música. Fue en medio de la borrachera cuando surgió el tema de la vieja canción que íbamos a hacer juntos cuando Joe dijo: «¿Tienes bebidas en tu casa? Vámonos a tu casa y trabajamos en la canción». Fue un error que se viniera Pitu porque estaba absolutamente borracho y eufórico y no nos dejó trabajar tranquilos a Joe y a mí. Fue cuando Joe cogió la guitarra y le dije que tocara ‘Junco partner’ y decidí grabarlo con lo único que tenía a mano. Yo le hacía algunos coros, pero Pitu desvariaba. Al final de ‘Junco Partner’, corté la grabadora y nos pusimos a trabajar en ‘Lorca’. Le dije: «He intentado que la canción suene un poco a The Clash». Él la escuchó antentamente mientras la tocaba y me dijo: «No suena a canción de The Clash. Suena a canción buena». Intentamos trabajar un poco mientras yo le enseñaba a Joe la melodía de voz, pero Pitu no dejaba de incordiar. Al final, Joe me dijo que lo dejásemos para otro día en el que estuviésemos solos y él pudiese escribir tranquilamente la letra. Estuvimos bebiendo como hasta las cinco o así hasta que ya Pitu y Joe se marcharon.

Ahora que lo pienso… Aquella noche estuve con dos muertos… Pitu murió dos o tres años después que Joe. Había sido un tío magnífico cuando estaba limpio. Compuso una de las canciones más formidables que escuché jamás: «Y no hay luz». Nosotros solíamos tocar esa canción en los ensayos de TNT: «Noches en blanco / días negros / sabor a muerte en la boca / atrapado en la tormenta». Hoy, todos los miembros de aquel grupo de Jaén, Conservantes Adulterados, están muertos. Los aniquiló la heroína. De hecho, el bajista, Carlos Vicious, gran amigo nuestro, murió. Pero no sólo él: también sus dos hermanos. En cuestión de tres o cuatro años murieron los tres hermanos por culpa de la heroína. Sus padres quedaron desquiciados…»

Acabamos con una canción del grupo TNT del que Jesús Arias formó parte en la década de los ochenta.

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