Las versiones secretas de Enrique Urquijo


Después de publicar Algo Más en 1983, Los Secretos vivieron una etapa complicada en la que el futuro del grupo corrió serio peligro. Su casa de discos, Polydor, decidió no renovar su contrato tras 3 trabajos que no cumplieron las expectativas en ventas. En mayo de 1984, su batería Pedro Díaz fallecía en un accidente de tráfico y se repetía de nuevo el terrible mazazo de perder a un miembro de la banda tras haberlo sufrido años antes con Canito, su amigo y baterista original. Por otra parte, la relación amorosa que tenía Enrique Urquijo con su novia terminaba de forma abrupta y traumática como os contamos en este mismo espacio hace tiempo. Javier, el hermano mayor de los Urquijo, dejaba definitivamente la formación por diferentes desencuentros ocurridos en este impasse. Y para cerrar este cúmulo de reveses, la desorientación provocada por todas estas situaciones, propició que los hermanos Enrique y Álvaro se engancharan a la heroína, la droga que irrumpió entonces con fuerza y que se llevó a tantos jóvenes por delante.

Con este panorama tan incierto como negativo, la interrogante que sobrevolaba era obviamente la continuidad o no del grupo. Cuando todo hacía indicar que la carrera de Los Secretos había llegado a su fin, sucedió un hecho clave que cambió su devenir más inmediato. Enrique se fue unos días a Benidorm junto a su amigo del colegio Oscar Ruiz para tratar de descubrir si podía seguir componiendo de forma más o menos brillante. De aquellas sesiones salió uno de sus temas más célebres, Quiero Beber Hasta Perder El Control, en el que describía con amargura el fin de sus días de novio junto a su gran amor. Esta canción fue la gran causante de que Twins, el sello creado durante aquellos años por Paco Martín, tuviera interés por lo nuevo del grupo y les ofreciera un contrato discográfico que se iniciaría con El Primer Cruce en 1986.

En aquel apartamento de la costa levantina, Enrique dio rienda suelta a su capacidad compositiva pero también quiso interpretar una serie de canciones de sus artistas favoritos. Algunos como Gram Parsons o Jackson Browne influyeron de manera notable en su manera de componer. Muchas de aquellas versiones «secretas» de Enrique fueron grabadas por Oscar Ruiz, amigo personal como decíamos pero que también fue mánager del grupo durante unos años, y gracias a que las ha ido subiendo a youtube ahora tenemos la oportunidad de descubrir. A continuación tenéis todos estos tesoros en formato acústico y totalmente desnudo de artificios. Enrique Urquijo en estado puro. Que lo disfrutéis.

Hickory Wind (Gram Parsons)

Stolen Car (Bruce Springsteen)

The River (Bruce Springsteen)

The Price You Pay (Bruce Springsteen)

Fountain Of Sorrow (Jackson Browne)

I Thought I Was A Child (Jackson Browne)

Til’ Again Control Again (Rodney Crowell)

Allison (Elvis Costello)

El Accidente De Canito O La Desgracia Que Inició La Movida


Canito en la cena de nocheviaje antes de su desgraciado accidente

Canito en la cena de nocheviaje antes de su desgraciado accidente

En cualquier texto sobre la Movida Madrileña podemos leer que comenzó «oficialmente»  con el  concierto homenaje a Canito, batería de Tos muerto en la nochevieja de 1979 en un accidente de tráfico.  Ya sea por desconocimiento o por superficialidad, no se suele ahondar más, como dando por hecho que todos los accidentes de tráfico son iguales. Nochevieja, jóvenes, coche, accidente…nos puede llevar a la fácil hipótesis de pensar que fue provocado por el típico binomio de alcohol (o drogas)+exceso de velocidad. En parte es cierto pero vamos a contaros todos los detalles de lo que sucedió realmente esa noche de fin de año del 79.

Los hermanos Urquijo, (Javier, Enrique y Alvaro) junto con Canito y su inseparable novia María José Sanz estaban celebrando el comienzo de la década de los 80 en casa de unos amigos en Madrid.  Con los miembros de Tos, también estaban en esa fiesta integrantes de otros grupos como Mermelada, Los Elegantes y Nacha Pop.  Ese fin de año Canito estaba especialmente contento. El grupo empezaba a sonar por la radio y parecía que sus esfuerzos estaban siendo recompensados. Más no podía pedir. En ese momento él desconocía lamentablemente que esa felicidad pronto se iba a ir al garete. Justo cuando decidieron al amanecer ir a Villalba para continuar la juerga.

El batería de Tos conducía su coche junto con su novia y un amigo. En otro coche iban el batería de Mermelada, Antonio Yenes, su novia Marta Vega (hermana de Antonio Vega de Nacha Pop), Emilio López de Los Elegantes y otra amiga. Todos iban por la Nacional VI como Oscar Ruiz (amigo del colegio de Tos y posteriormente mánager de Los Secretos) y Javier Teixidor, cantante de Mermelada, que iban en otros dos coches más. Como estos últimos iban más retrasados, Yenes y Canito decidieron parar a esperarlos en el arcén a la salida de una curva. Los dos salieron para comentar lo retrasados que iban los demás. Un borracho que se incorporaba a la mili al día siguiente chocó con el coche de Yenes y de rebote golpeó con brutalidad a Canito, que salió despedido varios metros hacia la cuneta. El golpe fue tremendo y le dejó en coma. Aguantó dos días más, justo el día que cumplía 5 años con su chica María José, el 3 de enero falleció. Antes de morir y en vista de que su final era irreversible, sus familiares decidieron donar un riñón suyo para salvar la vida a otro paciente que lo necesitaba urgentemente.

El batería sufrió las consecuencias de ese binomio al que nos referíamos al principio pero al revés de lo que se podía presuponer. Muy afectados por la pérdida de José Enrique Cano, que así se llamaba en realidad, los Urquijo como homenaje organizaron con la ayuda de Mermelada, un concierto en la Escuela de Caminos de Madrid el 9 de febrero de 1980. Junto a ellos tocaron ese día Nacha Pop, Trastos, Paraíso, Alaska y Los Pegamoides, Mamá, Los Rebeldes (luego renombrados a Los Bólidos) y Mario Tenia y Los Solitarios. Ese fue el último concierto como Tos. A partir de ahí pasarían a llamarse Los Secretos, el nombre que 30 años después sigue recordando con su última sílaba la primera formación con el malogrado Canito.

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