Llega el frío. Se encienden las luces. Ya es Navidad!

Ya que nos encontramos en la antesala de las fechas navideñas, hemos decidido insuflar a nuestra entrada de hoy, ese espíritu tan característico de estas fechas y que desgraciadamente muchos perdemos con el paso de los años.

Nuestro viaje musical de hoy, comienza hablando del ferrocarril transiberiano. Esta red ferroviaria cruza la ancha extensión de Rusia, conectando la parte occidental, con Mongolia, China, y zonas rusas limítrofes del oriente.

Inspirado en este tren, Robert Kinkel bautizó a su grupo musical como Trans-Siberian Orchestra, al entender que al igual que el tren, la música conecta muchas culturas.

Supongo que para muchos de vosotros este grupo es bastante desconocido. Los expertos los catalogan dentro del “metal sinfónico, rock progresivo y heavy metal, con influencias de la música clásica”, y la verdad es que no suenan nada mal. Son conocidas por sus versiones de clásicos de navidad, y para que tengáis una idea de la música que hacen os dejo una versión de la 5º de Beethoven.

Desconozco si por admiración hacia el grupo, o porque su música encajaba a las mil maravillas con sus intenciones, Carson Williams, ingeniero eléctrico de profesión,  ha dejado su impronta en su barrio, con unas luces navideñas en su casa de Ohio, dignas de cualquier centro comercial. Para su primer proyecto, se gastó 10.000 $ en implantar su proyecto, y se calcula que unas 25.000 luces se encendían y apagaban al ritmo de canciones de Trans-Siberian Orchestra.

El tipo en cuestión se lo trabaja, ya que para no molestar a sus vecinos con semejante despliegue, ha puesto señales cerca de su casa para que al sintonizar un dial en concreto de la FM, se pueda escuchar la música que acompaña a las listas.

Según he leído en otra página, para todo este despliegue se ayuda de un software llamado Light-O-Rama. Y le ha debido ir bien el invento, ya que tiene su propia empresa. Os muestro el resultado en una serie de videos (la calidad de algunos no es muy buena).