Sonidos para el verano. Chicane y Helmut Fritz


En la sección de sonidos para el verano de esta semana, nos adentramos en las pistas de baile, con dos canciones, una de ellas que ha sido un éxito en Francia, y otra que comienza a serlo a pasos agigantados en el Reino Unido. Como dice nuestra página de presentación, intentaremos tocar todos los géneros, y aquí va una muestra de ello.

Empezando por el final, tenemos la canción Poppiholla, que se trata de un remix, de un tema del grupo islandés Sigur Ros, de título HoppyHolla. Su autor es Chicane, al que yo únicamente conocía de una canción de Bryan Adams, titulado Don’t give up. Su sonido progresivo, es perfecto para las pistas de baile. Es de suponer, que este verano, si te gusta mover el esqueleto en las discotecas donde alternes, la escucharás más de una vez. Para no desmerecer a la original, os presentamos las dos, la de Sigur Ros, con música digna para cualquier anuncio, y la de Chicane, que me recuerda en su estructura y siempre salvando las distancias, al sonido que llevó al éxito a Robert Miles, en los años 90 con su Children y que generó el movimiento Dream.

Sigur Ros Hoppyholla (Versión original)

Chicane Poppiholla. Canción que por cierto, ahora mismo sirve de sintonia para el anuncio del programa «El Aprendiz» en la Sexta.

Si quieres descargar esta canción, pincha sobre la carátula.

chicane

La segunda canción que os presentamos se titula Ça m’énerve, ha sido un rotundo éxito en Francia. Su autor es Helmut Fritz, aunque en realidad es un personaje de ficción creado por el productor Lawrence Conrad. Con una canción que denuncia los excesos de la clase media, y un video que no te dejará indiferente por las pintas del sujeto en cuestión, suponemos que llegará a sonar también en nuestro páis, aunque el idioma (frnacés), puede ser una traba. Aquí va el video.

Si quieres descargar la canción, pinchar sobre la carátula.

helmut fritz

Si quieres escuchar más canciones para este verano que te recomendamos, pincha aqui.

La Bamba. Una sorna a las autoridades


la bamba«Para bailar la Bamba, Para bailar la Bamba, Se necesita una poca de gracia…”. Cuantas veces hemos escuchado esta canción, verdad!!. Pues resulta que tiene su historia escondida, y aquí estamos de nuevo para contarla. Espero ser ameno.

Empezaré diciendo que la bamba es una canción tradicional del estado de Veracruz, en Méjico, y que pese a tener un montón de años, se popularizó a nivel internacional el siglo pasado, gracias  entre otras, a las versiones de Ritchie Valens, José Feliciano o Los Lobos.

La historia de la canción, va unida a la propia historia de Veracruz. Según los datos que he encontrado por la red, Veracruz, se fundó en 1519, por Hernán Cortes. Desde este momento se convirtió en un punto clave en las transacciones comerciales entre España y el Nuevo Mundo. El problema es que el puerto de Veracruz, tuvo que ser cambiado al menos en dos ocasiones de ubicación, en primer lugar por el problema del viento que azotaba, y posteriormente debido a que se inundaba la segunda ubicación elegida. Finalmente se trasladó a la isla de San Juan de Ulua, la cual se fortificó, para salvaguardar las ingentes cantidades de oro y plata que se almacenaban hasta su embarque rumbo a España. Paralelamente a la vida del puerto, enfrente justo de la isla, se fue poblando y creciendo la ciudad.

Según he podido indagar, durante los siguientes dos siglos no se produjeron incidentes

Fortaleza de San Juan de Ulua

Fortaleza de San Juan de Ulua

dignos de mención, en San Juan de Ulua. Este es un hecho raro en una época donde los mares y ciudades costeras sufrían el acoso permanente de los piratas. Esta tranquilidad asentó la idea entre la población de que con la fortaleza de San Juan de Ulua, estaba a salvo los tesoros, y la población que se encontraba asentada enfrente de la isla. Esto ocasionó, que no se tomase ninguna medida defensiva en el pueblo.

Pero en mayo del 1683, un pirata holandés, Lorenz de Graaf, se apoderó una noche de la ciudad y obligó a los habitantes a permanecer en la iglesia de la plaza del pueblo. Allí permanecieron algo más de tres días, para de esta forma, poder saquear el pueblo. El calor, el hambre y la sed, animaron a muchos habitantes a suicidarse desde lo alto de la iglesia.

Este hecho, sacudió los cimientos de las colonias españolas, y se decidió implantar una serie de pautas encaminadas a prepararse ante un ataque. Campanas de alarma, ensayos con la población, y reclutamiento de jóvenes para defender los puertos, fueron algunas de las medidas que se tomaron.

La población se lo tomó con sorna, y una canción popular comenzó a correr de boca en boca ridiculizando tales medidas, ya que las consideraban absurdas, puesto que el peligro ya había pasado. Y esta canción, se llamaba La Bamba.

Hay muchas interpretaciones sobre su letra. La parte que dice:

Yo no soy marinero

Yo no soy marinero

Soy Capitán (del ejercito)

Soy Capitán (del ejercito)

Sabemos que se refiere a que en aquellos mares infestados de piratas, era mucho mejor quedarse en tierra que surcar los mares.

San Juan de Ulua

San Juan de Ulua

La parte que más me ha llamado la atención, es la que habla de las escaleras. Un lugareño, explica en su pagina Web, que para acceder al campanario de la catedral, desde donde se suicidó parte de la población durante el asedio del pirata Lorenzo, hace falta una escalera larga para subir al tejado, y una corta para subir hasta donde reposan las campanas. Os suena verdad!. Pues si, es parte de la letra de la canción.

La última parte que se explica, habla de las líneas

Pero por tí seré,

Por tí sere, Por tí seré…

Según estas es una sumisión por parte de los lugareños, ante el reclutamiento de los oficiales para formar parte de las defensas de los puertos.

Ya para terminar, os dejo para descargar, la canción La Bamba interpretada por Los Lobos, pinchando sobre la carátula.

loslobos

Las anécdotas hispanas de Joe Strummer (III)


Strummer_Granada92

Strummer en el día de su cumpleaños

Seguimos con las anécdotas de Joe Strummer que cuenta tan interesantemente el que fuera su amigo granadino Jesús Arias. En este tercer capítulo nos habla sobre las circunstancias que rodeaban el 40 cumpleaños de Strummer (12 de agosto de 1992) y la repercusión por distintos motivos que habían tenido 2 de sus canciones. Una de ellas es este célebre Should Stay or Should I go?

«Fue en el 40º cumpleaños de Joe, en agosto de 1992. Apareció por Granada con Gaby, las niñas, y otra pareja de amigos para celebrar su cumpleaños. Creo recordar que, gracias a un anuncio de Levis Strauss, «Should I stay or should I go?» había vuelto a las listas de éxitos en Estados Unidos y estaba teniendo bastante repercusión. Joe estaba muy sensible por eso que ahora ya yo sé, lo de la crisis de los cuarenta, cuando te planteas si realmente has hecho algo decente en la vida o no.
El caso es que apareció como siempre, con su castellano anárquico, una camisa hawaiiana, Gaby, las niñas, y toda su ingenuidad de inglés en España. Me llamó desde el hotel Los Ángeles, en donde se hospedaban, y me invitó a comer con ellos. Hacía bastante tiempo que no nos veíamos, pero nos habíamos llamado mucho por teléfono a lo largo de los años y, una y mil veces, me había invitado a ir a su casa de Londres. Yo siempre decía que sí, que iría. Pero nunca lo hice. De hecho, aún no conozco Londres… He estado en Berlín, en Lisboa, pero jamás en Londres. Imperdonable. Y el primero en decírmelo es Richard Dudanski (batería de 101’ers, primer grupo de Strummer). Y tiene más razón que un santo.

Cuando aparecí en el hotel, Joe me saludó como si fuera un hermano suyo. Me presentó a sus amigos todo lleno de orgullo: «My teacher of Spanish!», les dijo. «My man!». Joe me contó que le había hablado muy bien de mí a todo el mundo en Londres. «Si necesitas un profesor de español», me contó que solía decir en Londres, «llama a este tío». Me habló de que acababa de recibir una llamada de Estados Unidos diciéndole lo bien que iba «Should I stay or should I go?» allí y que pensaba que debería regrabar esa canción de nuevo con la traducción que habíamos hecho entre los dos años atrás (-siento que mis recuerdos vayan a saltos, pero prefiero contarlos así, a bote pronto, antes que tratar de ordenarlos cronológicamente, porque, para mí, no serían tan vívidos ni tan espontáneos, sino mucho más elaborados, y perdería la fluidez… ya contaré en otro momento lo de la traducción al castellano de la canción-).

Joe parecía bastante eufórico, pero su mujer, Gaby, me contó, en un momento en el que él estaba llamando a unos y a otros por teléfono para decir que estaba en Granada, que Joe no se encontraba bien. Estaba bastante deprimido por eso de cumplir 40 años y estaba atravesando una fuerte crisis, lo que después mucha gente llamaría «The wild years» de Joe. Se encontraba musicalmente perdido, las bandas que intentaba montar no terminaban de salirle bien, la sombra de The Clash le pesaba como una losa… En definitiva, según Gaby, la vuelta a Granada era como volver a respirar aire fresco, regresar a los tiempos en los que él realmente había disfrutado. Quería celebrar su cumpleaños entre «su» gente, sus amigos, entre los colegas que lo conocían como «Joe» solamente: los camareros de los bares que ignoraban que él fue parte de una banda famosísima y que sólo tenían en cuenta que le encantaba el ‘pálido-cola’, los flamencos del Sacromonte, los rockeros de La Cúpula… Gaby me pidió, más o menos, que actuara de ‘hermano mayor’ de Joe, que lo animara.

Habíamos decidido ir a comer al Campo del Príncipe, una plaza bastante bonita de Granada que Joe recordaba con mucho cariño por sus bares, sus camareros, el vino, el ambiente festivo que siempre había -y hay- por allí. Nos fuimos dando un paseo.

En el Campo del Príncipe nos esperaban Fernando Romero, hermano de Esperanza y Paloma Romero (Paloma=Palmolive, The Slits, la antigua novia de Joe en los tiempos de los 101’ers) y Gabi Contreras («el médico loco», como lo llamaba Joe, radiólogo eminente y uno de los más íntimos amigos de Sid Vicious), los dos con sus familias. De manera que nos juntamos en una terraza un considerable equipo de gente (familias con niños) a beber cerveza.

Joe se sentó a mi lado para charlar conmigo. Ya habíamos hablado de eso bastantes veces por teléfono, pero volvió a sacarme el tema. Él estaba muy enfadado porque, el año anterior, durante la Guerra del Golfo, Estados Unidos había utilizado «Rock the Casbah» como «himno» entre los soldados americanos en una emisora de radio de una base norteamericana antes de ir a Iraq a lanzar las bombas. El quería hacer una canción contra eso, contra el Ejército de los Estados Unidos. Tenía un título para una canción, «Tranceblues» y una historia divertida: El Ejército USA es enviado a invadir Granada, en donde ha habido un golpe de Estado (la isla de Granada) pero, por equivocación, invade la ciudad de Granada. La canción iba en torno a eso: era un cúmulo de despropósitos.

Creo que ya hablé sobre eso en otro topic. Joe escribiría la letra y yo hacía la música. Hablamos sobre ello durante bastante rato y muchas cervezas (yo le dije que ya tenía la música) y, tras un silencio, Joe cambió de tema y me espetó: «Man, I’m pretty fucked» o algo así («Estoy bien jodido»).

Le pregunté por qué.

Tal y como me había dicho Gaby, Joe me contó que su vida era una mierda, que tenía 40 años, que no había hecho nada importante, que era un desastre, que se sentía un fracasado, que Mick Jones, al menos, había creado Big Audio Dynamite y era feliz y famoso, mientras que él se sentía completamente al margen.

Yo traté de disuadirle. «Tío», le espeté en inglés, «tú has escrito canciones como ésta, ésta y ésta. Yo a tí te admiraba cuando yo tenía 16 años. ¿Recuerdas lo que me decías tú de los Rolling Stones? ¡Pues tú fuiste mis Rolling Stones! Yo tocaba en mi guitarra, en mi habitación, ‘1977’ y escribí una canción llamada ‘1984’ porque en ‘1977’ tu cuenta atrás se terminaba en 1984».

Y le hablé de lo amigo que era para mí, muy al margen de The Clash, muy al margen del Joe Strummer famoso. Le dije lo mucho que lo quería como amigo…»

Como cierre os dejo con Rock The Casbah, utilizada para unos fines que Strummer aborrecía.

West Ryder Pauper Lunatic Asylum. El último viaje de Kasabian


kasabianHace casi dos meses, que se ha publicado el último disco del grupo inglés Kasabian, y no quería dejar pasar la oportunidad, para hablar un poco sobre ellos. Quizás debería haber realizado la entrada hace ya un mes, aprovechando el lanzamiento, pero he preferido escuchar pausadamente el disco, para dar una opinión con conocimiento de causa.

Para quien no conozca nada de este grupo, decir que Kasabian, es un grupo de la ciudad inglesa de Leicester. Es difícil englobarlos en un estilo musical, y más con su último disco, ya que cada canción contiene matices de diversos estilos, pero los definiremos como rock alternativo. El grupo está formado por el vocalista Tom Meighan, el guitarrista y compositor Sergio Pizzorno, el bajista Chris Edwards y por Ian Matthews a la batería.

Su nombre lo tomaron de la joven embarazada que condujo el coche en el que Charles Manson huyó tras matar a Sharon Tate, esposa de Roman Polanski. Si queréis saber algo más de Charles Manson, mi compañero Rafa, hizo una estupenda entrada sobre este lunático. Aquí os dejo el enlace.

Este grupo, adorado en las islas británicas, nunca ha logrado despegar en nuestro país como quizás merezca. Su estilo ecléctico y su música alejada de los estereotipos necesarios para pincharse en los radio-formulas, ha ocasionado que su popularidad no haya alcanzado las mismas cotas de grupos como pudieran ser los Franz Ferdinand o Kaiser Chiefs. Su último disco West Ryder Pauper Lunatic Asylum, ha sido número uno en las listas británicas, únicamente destronados por el ciclón que supuso la muerte de Michael Jackson.

Ya metiéndonos en harina, y sin ser extenso, para no resultar tedioso, comentar que West Ryder Pauper Lunatic Asylum, es quizás su disco más variado. Me ha sorprendido desde el principio, ya que cada canción no tiene nada que ver con la anterior. Con posterioridad a su escucha, he leído unas declaraciones de Pizzorno en el que hablaba del disco en estos términos:

“El álbum se inspiró en películas como Montaña sagrada, de Alejandro Jodorowsky. Es la banda sonora de una película imaginaria. Queremos que la gente lo escuche como una obra completa y conceptual. Actualmente se está tratando que la gente se descargue una canción por unos céntimos y creo que eso realmente subestima lo que los auténticos fans quieren escuchar. Queríamos hacer un álbum que lleve al oyente en una especie de viaje”.

Un servidor que ha escuchado el disco, varias veces, suscribe estas palabras. Es imposible hacerte una idea de su nuevo álbum, escuchando una sola canción. El corte séptimo, que coincide con el título del álbum, parece sacado de una spaghetti-western de Sergio Leone. El corte tercero son dos minutos instrumentales, y la primera canción “Underdog” tiene unos riffs de guitarra, que te invitan a seguir escuchando el disco entero. Estos son unos ejemplos de la variedad que te puedes encontrar y que te perderías escuchando una única canción.

Para abrir boca, voy a empezar con su cuarto corte, Fast Fuse, que pocos expertos han recomendado en sus crónicas, y que a mi me encanta. Te insufla energía desde el primer segundo. Espero que te enganche como a mi.

Pero hay más, o si, mucho más. Where did all the Love go, Fire, Thick as Thieves,…. En fin, un disco altamente recomendable y no me extrañaría que optase a mejor disco del año en las islas y se llevase varios premios. Si no has escuchado nunca nada de ellos, dales una oportunidad.

Aquí os dejo una serie de videos de directos de singles de su último disco.

Underdog  (1º corte del disco)

Where did all the Love go (2º corte del disco)

Fire (11º corte del disco)

Si os han gustado, quizás quedeis enganchados con sus éxitos de anteriores discos  como L.S.F, Empire o Club Foot.

Si quieres descargar su último disco West Ryder Pauper Lunatic Asylum, pincha sobre la carátula.

Caratula Kasabian

El Boss vino, vio y venció en Bilbao


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Bruce Springsteen en San Mamés

Explicar con palabras lo que vi ayer por la noche en San Mamés es imposible. Para los que no estuvieron viendo a Bruce Springsteen y su E Street Band ayer en Bilbao, lo que cuente a continuación puede aproximarse a lo que pasó pero siempre se quedará corto, muy corto con lo que dieron de sí 3 horas intensísimas de espectáculo. Como aperitivo y resumen, pego lo que dice una de las webs de referencia de Bruce en castellano, Point Blank:

«Bruce Springsteen ha dado esta noche en Bilbao un concierto memorable, de los que se recordarán en años. Por repertorio, por canciones, por una banda que ha tocado como nunca y, sobretodo, por un nivel de entrega, energía y savoir faire como sólo se ve en noches muy especiales. Con el recuerdo aún en la memoria del explosivo concierto en el BEC en 2007, hoy Springsteen ha dejado su huella en Bilbao de nuevo, de forma permamente. Pocas, muy pocas veces se ha visto un concierto con esta intensidad en España.»

Dicho esto poco se puede añadir pero para no dejaros con las ganas ahí van unos detalles. El comienzo del show ya anticipó lo que nos esperaba, una fiesta de rock por todo lo alto. Antes de subir la banda sobre el escenario, Nils Logfren empezó a tocar con el acordeón la popular «Desde  a Santurce a Bilbao». Vaya puntazo.

Cuando terminó esta sorprendente introducción, pudimos comprobar que la canción de apertura no fue Badlands (casi habitual en esta gira), sino The Ties That Bind. Daba lo mismo, desde el minuto uno ya tocaban con una energía para machacar a la audiencia. Sin descanso, con Bruce cambiando de guitarra cada 2 por 3 como si nada, fueron cayendo una trás otra hasta 29 canciones. Personalmente agradecí la inclusión de Murder Incorporated en el repertorio. Un setlist que varió como suele ser habitual en él y que contó con rarezas que hace tiempo que no sonaban como Factory o Does This Bus Stop at 82nd Street? o ya en los bises Rosalita (Come Out Tonight) y la versión de Chuck Berry You never can tell.

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Max Weinberg

El momento bonito y entrañable se dio cuando dejó el micrófono a un niño de no más de 10 años para que cantara el estribillo de Waitin’ on a sunny day y después auparlo junto a él. Este y otros gestos de complicidad con los fans de las primeras filas, así como sus palabras en castellano para decir que ellos ponían la música y nosotros el ruido, o su Kaixo Bilbao! añadían más calor a la noche. Pero todo esto sonaría a hueco sino fuera acompañado por toda la intensidad, energía y rock, mucho rock, que proyecta el Boss y su grupo desde que pisan el escenario. Un Springsteen de casi 60 años que tiene un aguante y una fuerza que seguramente se alimenta de cada grito y cada aplauso de los presentes en sus conciertos. Con esa devoción es muy difícil retirarse. El a cambio nos lo hace pasar bien pero Springsteen también transmite que se lo pasa fenomenal tocando y hace de cada show una fiesta. Después de casi 40 años de carrera parece que no está mal seguir teniendo ese espíritu. La tralla final terminó con 6 canciones en los bises. A las dos mencionadas anteriormente, hay que añadir una recuperada Jungleland, la festiva American Land, Dancing in the dark con una chica bailando con el Boss y por último el Twist & Shout con La Bamba intercalada daban por concluído un concierto de 3 horas que se me pasó rápidamente. Si el año pasado en Donosti dejó el listón muy alto, ayer lo superó con creces. El mejor dinero gastado. No os lo perdáis.

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