Tutti Frutti. Los versos que cambiaron la carrera de Little Richard


Little Richard

Little Richard

El singular Little Richard conseguió su primer gran éxito en 1955 con Tutti Frutti. A muchos de vosotros este título seguramente no os diga nada pero si os decimos que es la canción rock con una de las palabras más conocidas y populares de todos los tiempos quizá os ayude a recordar. Y si todavía no conseguís saber cuál es, os damos otra pista: es una onomatopeya, larga y original pero una onomatopeya al fin y al cabo.  Cooooorrecto, esa es, lo habéis conseguido. El «A-wop-bop-a-loo-bop-a-wop-bam-boom» (castellanizado a «a-uam-ba-buluba-balam-bambu»)  fue el primer sencillo que abrió las puertas de la fama a Richard Wayne Pennyman, que así se llamaba realmente. Little Richard había grabado unos singles con la RCA pero no habían tenido mucha repercusión. Fue en 1955 como decíamos cuando una discográfica le invitó a Nueva Orleans para grabar unas sesiones de prueba. A decir verdad esas primeras tomas no iban todo lo bien que se esperaban. Cuando el fracaso sobrevolaba por el estudio, en una de las pausas de la grabación, el de Georgia se puso a cantar de forma improvisada una letra que había escrito. El texto decía algo tan provocativo como esto:

«Tutti Frutti, good, booty / If it don’t fit, don’t force it / You can grease it, make it easy» («Tutti Frutti, buen culito / Si no entra, no lo fuerces / puedes engrasarlo, para facilitarlo»)

Little Richard, que a los 13 años fue expulsado de su casa por su propio padre por ser homosexual, se atrevía con una letra en la que, empezando por el título, no había dudas de lo que estaba hablando, ya que en jerga Tutti Frutti se usaba para referirse a los gays. Al productor Robert Blackwell le pareció excesivamente escandalosa y llamó a una letrista llamada Dorothy LaBostrie para que la cambiara. Así que esos versos se quedaron en el olvido y los que pasaron a la historia del rock fueron estos:

«Tutti frutti, all rooty, a-wop-bop-a-loon-bop-a-boom-bam-boom»

No sabemos a ciencia cierta qué hubiera pasado si se hubiera mantenido la primera versión, pero sí está claro que el cambio dio lugar a una de las más famosas canciones del rock y que su sonora onomatopeya se sigue recordando hoy en día.

Desde entonces se han hecho innumerables versiones de la canción. Por destacar 2 de ellas, la de Elvis Presley que la hizo un año después de la de Little Richard (ver el video), y la que hacía Queen en sus conciertos como en este directo de Wembley de 1986. Os añadimos como final la cantada por el propio Little Richard y su particular forma de interpretarla.

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